Subido por Marhali.
La música y la militancia se entremezclan en Emel Mathlouthi, la nueva voz de Túnez surgida de la Revolución de los Jazmines y su voz emblemática con su primer álbum Kelmti Horra (Mi palabra es libre, 2012). Un trabajo con temas dedicados a Che Guevara donde muestra las influencias de artistas como Joan Baez, Fairuz y Amália Rodrigues, el trip hop y la música árabe y del Magreb.
Nacida en Túnez, Emel es cantautora, compositora y guitarrista, e insufla nuevos aires a la música tunecina, evocando con su voz a Joan Baez, Amália Rodrigues o a la mismísima Fairuz. Dotada de excelentes capacidades vocales, su cautivador estilo es a veces lírico, rock, y trip hop, aliándose con mucho tacto a la música del Magreb y Oriente Medio con una paleta de colores a veces flamenca, celta, gnawa o zíngara.
Autodidacta de vocación, hasta los 25 años desarrolló su carrera artística en los escenarios de los suburbios de Túnez, bañada en la música clásica y árabe y en la música latina de protesta estadounidense. Antes de descubrir la escena árabe disidente a través de los ídolos de los movimientos revolucionarios de los años 70 (el egipcio Sheik Imam y el libanés Marcel Khalifa), Bob Dylan y Joan Baez son quienes, originariamente, han tenido gran influencia en ella. Su paso por la Universidad significó formar parte de una banda de rock y elegir la guitarra como compañera de viaje, aprovechando cada oportunidad para actuar en público y mostrar su música destacándose, sobre todo, por su capacidad de encantar y deleitar al público.
"Pain and pleasure mix, expand, become deeper to finally be engraved in the hearts forever… Her words are pain that gives birth to pleasure… Her music seems to emerge from a transcendent world… A world full of humanity, sensitivity, and feelings… Emel does not only sing with her voice, but with her body and her features have their own language too…" Animada por amistades, comenzó a escribir en dialecto tunecino en 2004, y continúa componiendo en su lengua, en árabe y, en ocasiones, en francés. Después de su llegada a Francia, descubrió el dolor, el sufrimiento de estar lejos y la nostalgia por su país. Sus canciones están llenas de poesía, inundadas de rabia, tristeza, amor y patriotismo por un país de izquierdas en manos del destino, pero también llenas de esperanza de libertad y de entrega, de fe y de reflexiones sobre la existencia y las debilidades de la humanidad en confrontación con la locura de sus semejantes.
"Somos gente libre que no tiene miedo. Somos secretos que nunca mueren. Somos la voz de aquellos que resisten". Esta canción, titulada "Kelmti Horra" (Mi voz es libre, con letra de Amin El Ghozzi) fue cantada por primera vez en el escenario del Baile Africano organizado en la plaza parisina de la Bastilla en 2007, y después se convirtió en el himno de la revolución tunecina. En aquel entonces, la televisión y la radio emitían esta dulce melodía una y otra vez convirtiéndola en la banda sonora de la gente que provocaría la caída de Ben Ali. La voz detrás del micro era la de Emel Mathlouthi.
01. Houdou´on (Calm)
02. Ma lkit (Not found)
03. Dhalem (Tyrant)
04. Stranger
05. Ya Tounes Ya Meskina (Poor Tunisia)
06. Ethnia Twila (The road is long)
07. Kelmti Horra (My word is free)
08. Dfina (Burrial)
09. Hinama (When)
10. Yezzi (Enough)
La música y la militancia se entremezclan en Emel Mathlouthi, la nueva voz de Túnez surgida de la Revolución de los Jazmines y su voz emblemática con su primer álbum Kelmti Horra (Mi palabra es libre, 2012). Un trabajo con temas dedicados a Che Guevara donde muestra las influencias de artistas como Joan Baez, Fairuz y Amália Rodrigues, el trip hop y la música árabe y del Magreb.
Nacida en Túnez, Emel es cantautora, compositora y guitarrista, e insufla nuevos aires a la música tunecina, evocando con su voz a Joan Baez, Amália Rodrigues o a la mismísima Fairuz. Dotada de excelentes capacidades vocales, su cautivador estilo es a veces lírico, rock, y trip hop, aliándose con mucho tacto a la música del Magreb y Oriente Medio con una paleta de colores a veces flamenca, celta, gnawa o zíngara.
Autodidacta de vocación, hasta los 25 años desarrolló su carrera artística en los escenarios de los suburbios de Túnez, bañada en la música clásica y árabe y en la música latina de protesta estadounidense. Antes de descubrir la escena árabe disidente a través de los ídolos de los movimientos revolucionarios de los años 70 (el egipcio Sheik Imam y el libanés Marcel Khalifa), Bob Dylan y Joan Baez son quienes, originariamente, han tenido gran influencia en ella. Su paso por la Universidad significó formar parte de una banda de rock y elegir la guitarra como compañera de viaje, aprovechando cada oportunidad para actuar en público y mostrar su música destacándose, sobre todo, por su capacidad de encantar y deleitar al público.
"Pain and pleasure mix, expand, become deeper to finally be engraved in the hearts forever… Her words are pain that gives birth to pleasure… Her music seems to emerge from a transcendent world… A world full of humanity, sensitivity, and feelings… Emel does not only sing with her voice, but with her body and her features have their own language too…" Animada por amistades, comenzó a escribir en dialecto tunecino en 2004, y continúa componiendo en su lengua, en árabe y, en ocasiones, en francés. Después de su llegada a Francia, descubrió el dolor, el sufrimiento de estar lejos y la nostalgia por su país. Sus canciones están llenas de poesía, inundadas de rabia, tristeza, amor y patriotismo por un país de izquierdas en manos del destino, pero también llenas de esperanza de libertad y de entrega, de fe y de reflexiones sobre la existencia y las debilidades de la humanidad en confrontación con la locura de sus semejantes.
"Somos gente libre que no tiene miedo. Somos secretos que nunca mueren. Somos la voz de aquellos que resisten". Esta canción, titulada "Kelmti Horra" (Mi voz es libre, con letra de Amin El Ghozzi) fue cantada por primera vez en el escenario del Baile Africano organizado en la plaza parisina de la Bastilla en 2007, y después se convirtió en el himno de la revolución tunecina. En aquel entonces, la televisión y la radio emitían esta dulce melodía una y otra vez convirtiéndola en la banda sonora de la gente que provocaría la caída de Ben Ali. La voz detrás del micro era la de Emel Mathlouthi.
01. Houdou´on (Calm)
02. Ma lkit (Not found)
03. Dhalem (Tyrant)
04. Stranger
05. Ya Tounes Ya Meskina (Poor Tunisia)
06. Ethnia Twila (The road is long)
07. Kelmti Horra (My word is free)
08. Dfina (Burrial)
09. Hinama (When)
10. Yezzi (Enough)